La aparición de escamas o como solemos decir “se está despellejando” es muy frecuente en bebés. Es normal que esta descamación aparezca durante las primeras semanas después de nacer, ya que la piel de los bebés es muy sensible y frágil e irá cambiando su apariencia durante estas primeras semanas.
La aparición de pellejitos en su piel puede variar según muchos factores, como: que haya nacido prematuro, que se haya retrasado su nacimiento, que haya nacido en su tiempo… Pero en cierto modo, la sequedad en la piel del bebé después de nacer es totalmente normal ¿por qué? Porque el bebé tiene que adaptarse al cambio de encontrarse en un ambiente húmedo a un ambiente seco (mundo exterior).

Esta descamación puede darse en cualquier parte de su cuerpo aunque es más común su aparición en manos y pies.
Por tanto, cierto grado de sequedad en la piel del bebé después de su nacimiento es totalmente normal y suele ir desapareciendo solo, por lo que no debemos de preocuparnos.
¿Qué puede ayudarnos a reducir las escamas de nuestro bebé?

Algunos consejos para cuidar su descamación:
- Bañar al bebé con agua tibia. El agua demasiado caliente seca la piel de las personas independientemente de su edad.
- Usar en el baño productos especiales que cuiden la delicada piel del bebé, es decir, usar champús que estén formulados especialmente para su higiene.
- No estar demasiado tiempo en el agua durante el baño, puede provocar el lavado de la grasa natural de la piel y que sea más probable la aparición de escamas en la piel.

- Aplicar crema hidratante (después del baño, cuando cambiamos el pañal, en la cara antes de salir de casa para que el viento no reseque su piel…) que ayude a mantener la piel hidratada.
- Uso de humidificador en la habitación del bebé. Estos agregan humedad al aire ayudando a prevenir la descamación.
- Mantener hidratado al bebé. La hidratación del bebé ayuda a reconstruir la humedad de la piel. Como sabemos, los bebés alimentados con lactancia materna o leche de fórmula mantienen su hidratación alimentándose frecuentemente.

La descamación del bebé, como ya hemos dicho, es algo normal durante las semanas posteriores a su nacimiento y podemos estar totalmente tranquilos porque no es peligroso. La descamación suele desaparecer sola, pero los sencillos consejos que te hemos dado anteriormente pueden ayudarte a llevarlo mejor. Si estos consejos no dan resultados y la piel del bebé no muestra mejoría o notamos que no desaparece, es aconsejable que lleves al bebé a que lo revise su pediatra o un dermatólogo.
¿Tu bebé ha sufrido descamación? ¿Qué medidas has llevado a cabo? ¡Cuéntanos!
La verdad es que había visto a bebés con descamación. Ya me ha quedado más claro de qué hacer sabes más sobre el tema.
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